LA MUÑECA
Yo siempre veía a mi hermana con una muñeca misteriosa la
cual no sabía su procedencia pero era horriblemente fea con una sospechosa
sonrisa en la cara y con ojos bien grandotes,
en fin, un día desperté de mi cama, me dirigí al cuarto de
mi hermana para ver si ya había despertado pero lo que vi me dejo perplejo;
¡¡¡mi hermana estaba levitando!!!
No me lo podía creer, tenía las sabanas por encima pero claramente
estaba levitando pues apenas rozaban la cama, pero lo peor era que la muñeca
estaba de pie en el estómago de mi hermana, era como algún tipo de ritual que
no lograba entender, aunque tampoco lo pensé mucho y como acto reflejo encendí
la luz, en un abrir y cerrar de ojos mi hermana callo sobre el colchón y la
muñeca rodó por el suelo.
Corrí rápido a buscarla y la agarré y de un golpe y porrazo
la metí en un baúl que tiene mi hermana en el cuarto, y cerré con llave.
En seguida revisé que mi hermana estuviese bien y la
desperté suavemente y solo logré a comprender que me dijo;
-¿Qué haces Marcos? ¡¡¡Déjame dormir!!!
Esas palabras me calmaron muchísimo, definitivamente mi
hermana estaba bien, por lo que me guardé la llave del baúl y después de horas
intentándolo me dormí.
A la mañana siguiente y tras pensarlo tranquilamente decidí
no contárselo a nadie pues pensarían que estaba loco, así que lo dejé correr,
además iban pasando los días y las semanas y no pasaba nada, por lo que me fui
olvidando del tema.
Mi hermana me preguntó muchas veces si sabía dónde estaba la
llave del baúl que ella estaba convencida de que su muñeca tenía que estar allí
pues era el único sitio de la casa que le quedaba por mirar, lógicamente le
mentí y le dije que no sabía dónde estaba.
Un día mis padres salieron a una cena de empresa por lo que
me quedé al cuidado de mi hermana, la acosté a eso de las 10 y me baje a mi
cuarto a ver la televisión y me quede dormido hasta que a eso de las 12 escuché
un ruido abajo, cogí mi bate de béisbol y baje corriendo las escaleras, al
comprobar que todo estaba bien volví a mi cuarto, en cuanto me estiré en la
cama, escuche el grito enfermizo de mi hermana, fui corriendo otra vez bate en
mano y lo que vi en cuanto abrí la puerta de su cuarto fue algo espeluznante, quizás
de lo peor que puedan ver unos ojos, lo primero que vi era a mi hermana de pie
en su cama gritando como loca mirando al suelo al otro lado de su cama,
enseguida giré la mirada y vi a mis padres degollados ¡¡¡sin cabeza!!! Un reguero
de sangre inundaba toda la habitación, acto reflejo miré al baúl ¡¡¡estaba
abierto!!! Agarré a mi hermana en brazos y corrí sin mirar atrás.
Mi hermana quedó sin habla durante más de 2 años, fue
entonces cuando me confesó que ella estaba durmiendo cuando mamá la despertó al
llegar de la cena para darle un beso como cada noche y le dijo que encontró en
mi cuarto las llaves del baúl que si quería que le buscara la muñeca en él para
dormir con ella, lógicamente respondió que sí, y al abrir el baúl la muñeca
salió disparada cortando el cuello de la mujer con un trozo afilado de metal,
acto seguido se abalanzó sobre el padre con idéntico resultado y procedió a
arrancarles la cabeza y que en ese mismo momento en que yo llegué y sin saber
el motivo la muñeca se escondió debajo de la cama.
Hoy hace 20 años de Aquel suceso, mi hermana lleva desde los
18 años en un psiquiátrico y yo sufro de terrores nocturnos una noche si, y la
otra también, al menos nunca más supimos de aquella muñeca.
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